"He aquí uno de los
fenómenos más sorprendentes de nuestra vida psíquica, el de la fantasía o fantasma
(fantasme). ¿Qué es un fantasma? Es una pequeña novela en edición de bolsillo
que uno lleva siempre encima y que puede abrir en cualquier lugar sin que nadie
lo advierta, en el tren, en la cafetería y con frecuencia en una relación
amorosa. A veces puede ocurrir que esta fábula interior se vuelva
omnipresente y que, sin que nos demos cuenta, interfiera en las relaciones que
mantenemos con quienes nos rodean. Así es como muchas personas viven, aman,
sufren y mueren sin saber que siempre hubo un velo que deformó la realidad de
sus vínculos afectivos.
Pero ¿Por qué tenemos fantasías?, ¿Para qué sirven? Tenemos fantasías porque tenemos deseos que nos conmueven en lo más profundo, porque tenemos deseos agresivos y sexuales que procuran satisfacerse de inmediato, al margen de la realidad. Felizmente para nosotros y para los que nos rodean, el lobo voraz que vive inconscientemente en nuestro interior se majtiene tranquilo mientras nuestro yo consiga distraerlo proyectándole el filme de una escena de caza en la que puede devorar a su cordero. Pues bien, el fantasma es eso: un teatro mental catárquico que pone en escena la satisfacción del deseo imperioso que no puede cumplirse en la realidad."
(…)
"El fantasma consiste, por lo
tanto, en una puesta en escena en la cual se aniquila al Otro, simple objeto a
merced del sujeto, abolido como hablante y negado como deseante. En suma, la
organización fantasmática es la puesta en escena del homicidio del Otro. Ahora
se entiende por qué un fantasma, es siempre, en última instancia, un fantasma
de castración del Otro".
Hay muchas maneras de describir el
fantasma. Lacan nos dejó su matema ($◊a) que si lo leemos, podemos claramente definir al
fantasma como la relación del Sujeto ($) con el objeto causa de su deseo. Siempre
en una ventana (), la ventana por la cual todo neurótico filtra la
"realidad". Es más, el fantasma, como bien decía Lacan, ES la
realidad del Sujeto.
Saludos Rodrigo Asseo.
J. D. Nasio
El placer de leer a Lacan. 1. El fantasma