Demandar no es precisamente pedir. Lacan aclarará: lo que el neurótico quiere constantemente es otra cosa. Quiere hacerse demandar, el objeto que busca es una demanda. Una y otra vez genera esa situación. En el Seminario 10 agregará que el neurótico busca hacerse demandar tratando de no pagar el precio que ello implica; vale decir, que no quiere dar nada.
(...) Es que el neurótico, en su cotidianidad, consigue con sus
demandas los efectos buscados, vale decir, que se le suplique, sin
percatarse de su inducción. Se hace demandar; demanda demandas.
(...) El caso es que se hace suplicar pretendiendo -como dijimos- no
pagar el precio que esta súplica conlleva, o sea, sin responder a lo que
ella implica.
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Roberto Harari
El seminario "La Angustia" de Lacan: una introducción