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miércoles, 23 de mayo de 2012

Cuando la aspiración fracasa aparece el deseo...



Lacan dice que hay un fantasma que produce las aspiraciones del sujeto y el fantasma es la regulación del goce.  El fantasma tampoco aparece como tal, no tenemos que esperar que venga un tipo y nos diga: "A mi me gusta cojer a las mujeres con las medias puestas", para saber que es un fetichista.  Basta que el tipo aspire, por ejemplo si es pobre, a ganar la lotería para llenar de joyas y pieles a su mujer, como condición de un goce que va a venir después; ese sujeto también es un fetichista.  Si no es como si usáramos la literatura del siglo XIX, esperamos que el tipo corte una trenza.
(...)
Supongamos que mi fantasía es romperla la cara a mi padre, como no me atrevo a hacer esto o es imposible porque él está muerto, me hago boxeador.  Cuando voy a ganar el campeonato mundial me quedo paralizado y me rompen la cara. ¿Por qué? Porque al realizar la aspiración de ser el campeón mundial develaría que no es eso lo que quiero, es decir, me enfrentaría al deseo de muerte de mi padre, en el sentido que el deseo es: "no es eso".  Cada vez que fracasa la aspiración aparece el deseo.  ¿Y el deseo qué es? El plus de goce; el plus de goce es el montaje del fantasma que remite al goce.

German García