
Psicoanalista Rodrigo Asseo Carrillo Consultorio: Durango 66 2°piso col. Roma México Df. consultas:rasseo@hotmail.com
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domingo, 24 de junio de 2012
El miedo...

lunes, 11 de junio de 2012
Adicción y goce...
Las
adicciones, cuando se configuran como una posición subjetiva, es decir
cuando es algo más que el consumo transitorio, incluso el continuado, se
sostienen en el logro de un goce autoerótico que enarbola el rechazo de
lo discursivo, enfatizando la rigidez del “muro” entre palabra y goce.
(…)
Muchas
propuestas terapéuticas de las adicciones promueven una intervención
que está lejos de la temática de la castración y se acercan mucho más a
la del destete, una privación que no fue o se produjo a medias.
Tentativa que no puede reconocer la diferencia entre la relación del
sujeto con el objeto oral, esa especie del a, al que el fantasma da
soporte y vestidura, de la angustia por el agotamiento del pecho o de la
falta materna que refiere a la relación con el Otro materno, como
ocurre tanto en los adictos como en las anorexias y bulímicas. Destete
que pretende introducir en esa modalidad de goce una “necesidad de discurso” para que emerja de allí un sujeto, o en la inhibición necesaria que de origen a un síntoma.
Por
eso, como adelanté, el recurso adictivo es un recurso destinado a
cerrarle al sujeto el acceso al problema sexual al brindarle una
pregunta que impide un posicionamiento. De allí que “la pasión por la ignorancia”
impide que haya demanda de saber, que se reemplaza por otras: las de un
consumo que llega hasta identificarlo, la de ser demandado, a lo cual,
en general, se presta gustoso aunque casi siempre bajo protesta. También
el de un saber “técnico” sobre el uso de las drogas. (…)
El
objeto droga no es causa de deseo, es el de un goce cercano a la
premura y a la desubjetivación de la necesidad. Su función “terapéutica”
apunta a neutralizar la melancolía de quien quedó aplastado por la
imposibilidad de goce o bien ante la angustia de poder estarlo. Surge,
así, en forma insistente, algo que adquiere casi el rango de pulsión
–mixtura de necesidad y de capricho yoico- el de anular la presencia de
la demanda del Otro, pero el de la palabra, no el del goce.
Sergio Staude
.SsS
jueves, 7 de junio de 2012
Los antojos de una mujer embarazada...
¿Por
qué una mujer embarazada tiene antojos? Sabemos que si uno no hace
algo, después el chico va a nacer con una frutillita en la piel. Se
despierta a las tres de la mañana, -eran otros tiempos, ahora con la
globalización hay frutillas todo el año, ahora hay que inventar algo más
sofisticado, por ejemplo un faisán- dice "querido quiero faisán", a lo que el marido le contesta "pero querida, está todo cerrado a esta hora, incluso el delivery, lo único que hay abierto es Mac Donald`s, una hamburguesa". Y ella insiste "quiero faisán". Una respuesta posible sería "dejate de molestar y dormí que me tenés cansado",
pero ese no es un buen marido, es un desamorado, poco caballero, torpe
para las cuestiones del amor, con eso no va a lograr que ello lo ame ni
lo desee, más bien que lo odie, incluso que lo desprecie, por torpe.
Otra opción posible sería, para liga de los derechos humanos, un marido
que sale presuroso, recorre arriba, abajo y por todos lados, hasta que
consigue un faisán. ¿Es ese un buen marido? ¡De ningún modo! ¿Qué va a
hacer ella a las cinco de la mañana después que coma un poquito de
faisán? Tendrá que inventar otro antojo. Es que embarazada, cree que
está completa y cuando uno se cree en plenitud, el pánico es a no tener
más deseo. ¿Qué hace un buen marido? Le dice: "Sí, querida, ya voy". Supongamos que fuma, va a la puerta del departamento, fuma dos cigarrillos, tranquilo, vuelve y le dice: "Querida, busqué por todo el barrio, no sabés todo lo que hice para conseguirlo, pero fue imposible."
Ella lo va a abrazar con cariño, se sintió escuchada. ¿Se entiende lo
que es el amor?: es dar lo que no se tiene. Estamos constituidos por un
ser que incluye el no-ser. ¿Advierten que no es filosofìa? Lacan lo
dice de un modo poético, delicado. Marcado por la filosofía de Hidegger,
da al psicoanálisis un brillo teórico que había perdido, degradado a
una técnica.
Isidoro Vegh
Ahora se entiende mejor la definición lacaniana del amor? -"Amar es dar lo que no se tiene, a quien no es".
Un saludo.
Rodrigo Asseo.
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